Da gusto entrar al nuevo edificio de la biblioteca del Colegio Cordillera y ver la foto de José Arriaza en la entrada. Es el recuerdo del Colegio hacia un hombre que dejó su corazón en el Cordillera.

Don José trabajó por 34 años en el Colegio, primero como auxiliar y luego como nuestro querido bibliotecario.

Fue una persona que estuvo presente en la vida de todos quienes pasamos por este colegio.

Hace unas semana se acaban de cumplir 3 años de su triste partida, en el peak de la pandemia por coronavirus, y quisimos rendirle un pequeño homenaje con esta nota a su familia y amigos, quienes gentilmente conversaron con nosotros.

1. ¿Qué crees que significó el Colegio Codillera para tu papá?

El Colegio significó mucho para él, era parte de su vida, creo que se sentía orgulloso de trabajar ahí. Recuerdo que siempre conversábamos en qué lugar quedaba el Colegio cuando los estudiantes rinden la prueba de acceso universitario, y se sentía orgulloso de que siempre estaba en los primeros lugares.

2. ¿En qué año y cómo llegó tú papá al Colegio Cordillera?

El año exacto no lo recuerdo, pero tiene que haber sido por 1987. Él era auxiliar en el Colegio Tabancura, y lo trasladaron a él y otros auxiliares a las nuevas instalaciones del Colegio Cordillera, cuando partió el nuevo colegio.

3. ¿Tenía para él, algo distinto este trabajo de otros en los cuales él estuvo antes?

No tuvo muchos trabajos aparte del Colegio Cordillera, por eso creo que para él era tan importante el Colegio. Siempre nos contaba cosas buenas que sucedían ahí.

4. ¿Qué comentaba en la casa, de cómo eran los alumnos del Colegio?

Él nos contaba que en general era respetuosos y cariñosos con él.

Sólo una vez nos contó que un alumno le faltó el respeto, el cuál fue suspendido, y cuando volvió de esta suspensión, sus padres lo enviaron a disculparse con un peluche de la U (ya que él era chuncho).  Eso sucedió sólo una vez en más de 30 años de trabajo, lo que habla muy bien de los valores de los alumnos y sus padres.

Además, se notaba que lo querían mucho, tanto que en los últimos años, los alumnos lo invitaban a las giras de estudio con ellos.

5. ¿Qué recuerdos tienen ustedes de los compañeros de trabajo de tu papá? ¿Generó buenas amistades que ustedes conocieran y con quienes mantengan relación hasta el día de hoy?

Él hablaba muy bien de todos, pero recuerdo que siempre hablaba de sus amigos que eran Rafael y Eduardo. También nombraba a Don Gonzalo, Don Rafael (Jorquera). Pero en general él siempre habló bien del Colegio, de sus alumnos, de sus compañeros de trabajo.

Él se sentía bien trabajando ahí, en su Colegio Cordillera.

Dentro del Colegio, para Rafa Lara, don José fue su gran amigo y compartió muchos momentos con él. Esto fue lo que nos contó:

1. ¿Qué anécdotas tienes con José en los años que compartieron en el Colegio?

Como anécdotas que fueran muy destacadas creo que no, pero si muchas vivencias desde que llegamos al colegio en 1987.

Los dos empezamos como auxiliares y al poco andar José combinaba ser el encargado del oratorio y ayudante de don Gabriel Gatica (Bibliotecario de ese entonces). En esos años la biblioteca funcionaba en una sala de clases. Pasaron los años y la Biblioteca se trasladó en donde hoy funciona la sala de coro. Fue ahí donde se concretó su definitiva función de bibliotecario, tras la partida de don Gabriel (por su jubilación).

Siempre almorzábamos juntos con un grupo de profesores, entre ellos Alejandro Leyton y Roberto Valenzuela, con los que hicimos gran amistad.

Muchos recuerdos también con los paseos de profesores en las vacaciones de invierno. En particular una que fuimos al Colorado en la cordillera, donde tuvimos clases de sky y luego de la cuarta caída abandonamos la misión, al darnos cuenta que no era lo nuestro.

También fue un poco nómade con su Biblioteca, cuando se tuvo que trasladar a un electivo, mientras se construía la Biblioteca definitiva que conocemos ahora. Fue un largo recorrido a través de los años por distintas sedes dentro del Colegio.

Una pena que no alcanzó a disfrutar la nueva construcción, ardua fue la tarea en la que le ayudamos a colocar cada libro en las estanterías, era impresionante como sabía en qué lugar y estante estaba cada libro. Siempre admiré esa virtud.

También era muy amigo del fútbol, siempre era llamado a formar parte de la selección de profesores, con la que obtuvo muchos triunfos.

Y hay algo nos unió siempre: el amor y cariño que sentíamos por nuestro club (La”U”) Como dije, muchas lindas vivencias a lo largo de más de treinta años de compartir el día a día.

2. ¿Qué legado crees que dejó José en el Cordillera?

Creo que José, a lo largo de los años, le entregó mucho trabajo, dedicación y amor a nuestro Colegio. Juntos vimos crecer nuestro Cordillera.

Con los directivos, administrativos, profesores, alumnos y auxiliares demostró un gran cariño y empatía. Como no destacar el cuidado que ponía para con los libros y les aseguro que todavía en nuestra biblioteca hay muchos ejemplares reparados y empastados por él.

Sin duda los que tuvimos el privilegio de conocerlo todavía lo extrañamos…es un GRANDE de nuestro Colegio Cordillera.

Por último, les dejamos un video que nos dejó José, cuando se creó el centro de ex-alumnos, Leones Cordillera